La primera diferenciación que es necesario hacer es la referente a cuatro gentilicios que, en orden de aparición son: israelita, judío, sionista e israelí. Mientras que los dos primeros tienen connotación histórico-religiosa, los últimos dos son netamente políticos. Como israelita se conoció a todo aquel descendiente del patriarca Jacob, quien, según los relatos bíblicos, cambió su nombre a Israel luego de luchar contra Dios y vencerle. (Génesis 32, 4-31) .

Los vocablos sionista e israelí, por su parte, son de más reciente data y encierran un sentido más bien político. EL primero se deriva de la palabra Sión, que es el nombre con el que se denominaba a la tierra que se le prometió a los descendientes de Israel, donde se asentó el reino de Israel de Saúl, David y Salomón, donde se construyó el famoso templo de Jerusalén, tierra que fue invadida en sucesivas oleadas por los romanos y los árabes en los primeros siglos de la era cristiana, lo que generó la diáspora de los judíos que aún residían allí.
heodor Herzl, padre del sionismo
Pero el término sionista comenzó a emplearse aproximadamente a finales del siglo XIX, cuando se planteó la necesidad de que los judíos en la Diáspora tuvieran un estado propio, dadas las manifestaciones antisemitas que se observaban y aumentaban progresivamente en Europa. Se da por hecho que el padre del sionismo fue un periodista judeo-austríaco llamado THeodor Herzl, quien, según afirma Paul Johnson en su libro La historia de los judíos tomó conciencia de esta necesidad y trabajó activamente por el logro de un estado para el pueblo judío, lo que, sin embargo, no se logró sino hasta casi cincuenta años después.
Tras la formación del estado de Israel, pasó a llamarse sionismo a la postura que defiende la necesidad de que todos los judios de la Diáspora emigren a Eretz Israel Es una posición defendida por algunos grupos ortodoxos y nacionalistas judíos minoritarios. Sin embargo, el término SIn embargo, actualmente este vocablo es empleado con frecuencia por el antisemitismo mundial para referirse a Israel con una connotación ofensiva. De hecho, los pocos países y entidades que desconocen la existencia del estado, se refieren a él como la entidad sionista o el régimen sionista. (Véase el uso del término de manera despectiva en el siguiente artículo por parte del presidente de Irán y antisemita confeso Mahmoud Ahmadinejad:
Tras esta cantidad de referencias históricas y confusiones de términos, la palabra israelí es, quizá, la más sencilla de definir. Israelí (y no israelita como se explicó anteriormente) es, sencillamente, el gentilicio del Estado de Israel, fundado en 1948.
Judíos ortodoxos europeos (no israelíes) rezando>
De todo lo anterior se desprende que las cuatro palabras no son sinónimos, pese a la confusión en sus términos. Así pues, no todo judío es israelí (por ejemplo los descendientes de los judíos que viven en la Diáspora, es decir, fuera de Israel, y no han adquirido la nacionalidad israelí), no todo israelí es judío (existen ciudadanos israelíes cristianos y árabes) y no todo israelí (judío o no) es sionista.
Finalmente, el Estado de Israel no es una entidad sionista ni un régimen sionista sino un estado cuya independencia fue reconocida en 1948 y que ingresó en la Organización de Naciones Unidas diez años más tarde
No hay comentarios.:
Publicar un comentario