Una vez más se hace el valentón... Pretende intimidar
Una vez más, pretende hacerse el duro. Lo hizo en 1990, cuando decidió invadir Kuwait de buenas a primeras, bajo la excusa de que era "un territorio desprendido de Irak", como si el propio Irak no hubiese sido más que un capricho de ingleses y franceses por administrar ese gran territorio que era el Imperio Otomano. Perdió. Estados Unidos lanzó la Operación Tormenta del Desierto y lo obligó a volver a sus límites, lo que hizo con el rabo entre las piernas.
Años después, entre 2002 y 2003, pretendió hacerse el duro al negarse a que las misiones de inspección de la ONU entraran en su territorio para detectar la presencia de Armas de Destrucción Masiva. Una vez más, perdió. Otra vez Estados Unidos decidió invadirlo, ante lo inútil que era desburocratizar el proceso de Naciones Unidas. Pero no se conformó con eso. Tras el ultimátum de George Bush para que se rindiera, hizo un llamado a la Jihad. Otra vez volvió a perder y tuvo que esconderse nuevamente con el rabo entre las piernas para que EEUU no lo encontrara.
Pero lo encontraron. E hicieron lo que debieron hacer desde la década de los ochenta. Procesarlo. Y ahorita, al final del proceso, pretende hacerse el duro nuevamente. Esta vez a través de sus abogados (abogados que no tuvieron los cientos de chiítas muertos y afectados en Dujail, ni los kurdos del norte de Irak, ni los propios yernos de Hussein), con la excusa de que Irak "se sumirá en un baño de sangre" si para el tirano se decide lo que también debió haberse decidido hace mucho tiempo: La pena de muerte.
Porque ¿Cuál es la otra opción? Hussein es culpable, eso está claro. Es culpable de la masacre de Dujail, de la matanza de los kurdos, de haber mantenido oprimido al pueblo iraquí durante 20 años y de haber mantenido en vilo a occidente durante un período similar de tiempo. ¿Qué otra sentencia? ¿Años de cárcel? ¿Cadena perpetua? No. Menos aún tras la amenaza de la defensa (que por cierto, también debería ser procesada por instigar a la violencia en Irak a través de su discurso)
Sostienen los leguleyos del tirano, además, que el gobierno de Bush pretende emplear la sentencia a Hussein como arma política ante las elecciones parlamentarias en EEUU. Hay dos cosas que decir al respecto. En primer lugar, Bush no tiene necesidad alguna de demostrar más nada. Demostró que había que sacar al tirano, que su nación puede contra cualquier tipo de alzamiento (seamos claros: por más que los "progres" quieran ver en los alzamientos un triunfo de la insurgencia, no es más que la demostración de que son unos pocos gatos luchando contra el mejor ejército del mundo). Demostró que es capaz de darle un trato justo a los prisioneros de guerra y cumplir así con la legislación internacional, como no hizo el tirano. ¿Le hace falta demostrar también que triunfó ante la justicia? Pues no. No le hizo falta, porque la sentencia era inevitablemente esa: la muerte del tirano.
Por otra parte, Hussein, una vez más, no está en condiciones de negociar, como no lo estuvo ni en los noventa ni en 2003. Es decisión de la Corte que lo está juzgando cuándo debe cumplirse la sentencia.
Sin embargo, estoy también en desacuerdo con la fecha de la sentencia. Si ya se sabe cuál es la sentencia y todos, empezando por la defensa, están presionando tanto ¿Por qué tardar tanto en sentenciar? Que lo condenen de una vez, y que se abandone el temor de la "oleada de violencia" en Irak. EN caso de que ocurra, los más desvastados serán los mismos de la resistencia, lo que queda del partido Baaz y toda esa escoria.
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